LA LEYENDA DEL GUERRERO VIRABHADRA (O COMO MANTENERSE FIRME ANTE LA ADVERSIDAD)
Virabhadra, el gran guerrero, despiadado y certero frente a su objetivo. Representa la fuerza y la determinación, la atención plena y consciente sobre nuestros desafíos. Representa la victoria sobre el ego; no es un guerrero vanidoso, es un guerrero que recuerda las sabias palabras que, en la antigua Roma, el esclavo susurraba a su señor victorioso, en su marcha triunfal por Roma..."Memento Mori" (recuerda que eres mortal o recuerda que eres solo un hombre)
Muchas posturas o asanas, además de un trabajo físico concreto y una movilización energética concreta, son una representación de ciertos arquetipos, basados muchas veces en antigua leyendas del hinduismo. Hoy os traemos al fiero guerrero Virabhadra:
Shiva, uno de los dioses más importantes del panteón hindú (por cierto, creador del Yoga y la meditación), estaba casado y profundamente enamorado de su esposa Shakti.
Shakti procedía de una casta de guerreros en los que la compasión brillaba por su ausencia, siendo ella la única criatura de amor y compasión de su casta.
Separada de su familia desde hacía eones, un día, Shakti recibió una invitación de su padre, el temible Daksha, para asistir a una fiesta en su honor en el palacio de éste. Daksha nunca aceptó el amor de Shiva y Shakti, por lo que hacía mucho tiempo que había desterrado a su hija.
Shakti movida por el profundo amor que sentía por su padre, acudió a la fiesta a espaldas de su esposo, el dios Shiva.
La fiesta resultó ser una trampa. Daksha, sintiéndose deshonrado, había planeado cuidadosamente la humillación y maltrato al que iba a someter a su hija. Y así lo hizo. Fue tanta la humillación y el dolor que sintió Shakti que optó por arrojarse a las llamas de la pira sagrada que ardía en mitad del patio del palacio de su padre, pereciendo en un estallido.
Muchas posturas o asanas, además de un trabajo físico concreto y una movilización energética concreta, son una representación de ciertos arquetipos, basados muchas veces en antigua leyendas del hinduismo. Hoy os traemos al fiero guerrero Virabhadra:
Shiva, uno de los dioses más importantes del panteón hindú (por cierto, creador del Yoga y la meditación), estaba casado y profundamente enamorado de su esposa Shakti.
Shakti procedía de una casta de guerreros en los que la compasión brillaba por su ausencia, siendo ella la única criatura de amor y compasión de su casta.
Separada de su familia desde hacía eones, un día, Shakti recibió una invitación de su padre, el temible Daksha, para asistir a una fiesta en su honor en el palacio de éste. Daksha nunca aceptó el amor de Shiva y Shakti, por lo que hacía mucho tiempo que había desterrado a su hija.
Shakti movida por el profundo amor que sentía por su padre, acudió a la fiesta a espaldas de su esposo, el dios Shiva.
La fiesta resultó ser una trampa. Daksha, sintiéndose deshonrado, había planeado cuidadosamente la humillación y maltrato al que iba a someter a su hija. Y así lo hizo. Fue tanta la humillación y el dolor que sintió Shakti que optó por arrojarse a las llamas de la pira sagrada que ardía en mitad del patio del palacio de su padre, pereciendo en un estallido.
Mientras esto sucedía, el dios Shiva buscaba desesperadamente a su esposa, intuyendo que algo horrible le había pasado al gran amor de su existencia. Cuando la noticia de la muerte de Shakti llegó a oídos de Shiva, la tristeza nubló sus ojos y la más feroz de las iras se apoderó de su corazón. Se arrancó con furia un mechón de su largo cabello y lo arrojó a las entrañas de la tierra con toda su fuerza.
De ahí surgió el terrible guerrero de la venganza, Virabhadra, con un solo objetivo, matar a Daksha.
De ahí surgió el terrible guerrero de la venganza, Virabhadra, con un solo objetivo, matar a Daksha.
Veamos la secuencia que reproducimos en una clase de Yoga trabajando las posturas del guerrero:
Virabhadrasana I (Guerrero I).
Virabhadra emerge de la tierra con dos espadas al cielo en el lugar donde se encuentra Daksha.
Virabhadrasana II (Guerrero II).
Virabhadra se mantiene firme observando a Daksha. Fija su blanco y calcula la trayectoria
Virabhadrasana III (Guerrero III)
En un movimiento rápido y certero, Virabhadra decapita a Daksha.
Virabhadrasana I (Guerrero I).
Virabhadra emerge de la tierra con dos espadas al cielo en el lugar donde se encuentra Daksha.
Virabhadrasana II (Guerrero II).
Virabhadra se mantiene firme observando a Daksha. Fija su blanco y calcula la trayectoria
Virabhadrasana III (Guerrero III)
En un movimiento rápido y certero, Virabhadra decapita a Daksha.
Cuando practicamos el guerrero en cualquiera de sus versiones debemos estar atentos y conscientes de todo lo que sucede en nuestro cuerpo, nuestra postura, nuestra respiración y nuestra atención. Estas posturas nos ayudarán a alinearnos bien y a obtener presencia, firmeza y equilibrio.
Serán la práctica para aumentar nuestra fortaleza interna y nuestra determinación ante los retos que nos vaya poniendo la vida.
Serán la práctica para aumentar nuestra fortaleza interna y nuestra determinación ante los retos que nos vaya poniendo la vida.
¡Ah!, pero no he terminado la leyenda: Una vez cumplida la venganza Shiva integra dentro de sí a Virabhadra. Viendo el horror y la muerte que el guerrero había dejado a su paso, Shiva conmovido devuelve a la vida a Daksha cambiando su cabeza por la de una cabra. Shiva se quedó solo durante mucho tiempo en duelo por Shakti, hasta que...bueno... ¡esa es otra historia!.
Vanessa Rodrigo
Responsable de comunicación D-Danza
Vanessa Rodrigo
Responsable de comunicación D-Danza
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